Por las características de la competición, en la que se enfrentan equipos de todas las ligas de Europa, hay equipos de las ligas consideradas menos potentes, que han tenido participación en la máxima competición europea. Con la nueva competición de 1993, cada vez hay menos equipos "sorpresa" casi cada año aparece alguno. De todos los equipos menos poderosos que han participado en la Champions League, hay un pequeño grupo que, aun teniendo el gran mérito de participar en la copa de Europa, no han ganado ningún partido de los que han disputado.