Pese a que Infinity Ward trató de reiniciar la saga, El lanzamiento de Call of Duty: Modern Warfare no tuvo toda la buena acogida que se esperaba por parte de la comunidad.
Sin embargo, todo cambió cuando unos meses después del estreno llegó Warzone, el battle royale del juego. Este modo sentó genial al nuevo CoD, hasta el punto de convertirse en el referente del género en el mercado.
Aunque empezar a jugar puede ser algo complicado, vamos a presentaros una guía básica para que desde vuestro primer aterrizaje seáis capaces de dominar Warzone y el mapa de Verdansk
La premisa es la misma que en todos los battle royale: conseguir equipamiento y escapar del gas que va cerrando el mapa mientras nos mantenemos con vida. Es posible ganar sin gastar una sola bala, pero no todo es tan sencillo en Warzone.
Este battle royale cuenta con una serie de mecánicas únicas que lo hacen diferente y añaden una capa de dificultad extra. Una de las más importantes es el Gulag.
El Gulag, que es un mapa alternativo al que vamos al caer en combate, nos da una segunda oportunidad si durante esta primera fase de loot las cosas no salen como pensamos.
Aunque perdemos todos los objetos que tengamos, volveremos a la acción si ganamos un enfrentamiento uno contra uno contra otro jugador en un mapa muy reducido y con un armamento predefinido.
Esta mecánica simplifica nuestra primera decisión a la hora de encarar la partida: el aterrizaje. Llegado un momento determinado del juego, el Gulag queda deshabilitado, por lo que podemos hacer unas primeras intentonas agresivas y confiar en nuestra habilidad durante la segunda oportunidad.
Así podremos elegir tomar riesgos para conseguir algo más de dinero, que es uno de los elementos clave de cada partida de Warzone.
Con él podemos comprar nuestras armas favoritas o las emblemáticas rachas de bajas de la franquicia. Incluso podemos hacer reaparecer a nuestros compañeros… si tenemos el dinero suficiente.
Lo suyo es hacerse siempre con un UAV y tratar de contar con un Kit de autoreanimación y la máscara antigás. Siempre mientras llevamos encima el máximo posible de placas de armadura.
Conseguir todo este equipamiento no será nada sencillo. Para facilitar la tarea podemos ir cumpliendo diferentes contratos que encontraremos sobre el terreno. En función a la dificultad y el resigo, estos contratos nos darán una cantidad mayor o menor de dinero.
El objetivo es, entonces, utilizar los primeros compases de la partida para conseguir todos los objetos necesarios para afrontar el resto del enfrentamiento con solvencia.
Sin embargo, una vez lo tengamos, queda la parte más difícil: tratar de sobrevivir a los jugadores que todavía estén en la partida para conseguir la victoria.
Las decisiones serán más complicadas, pero la forma segura de conseguir la victoria conlleva estar siempre en la zona exterior del círculo. Es decir, tener el gas lo más cerca posible. Durante estos últimos momentos, debemos evitar los vehículos.
A la hora de avanzar, trataremos de hacerlo por las zonas más estrechas, pues los enemigos tendrán menos flancos por los que atacarnos y siempre tendremos la espalda cubierta.
Aunque hay modo en solitario, lo habitual es jugar con dos o tres compañeros más. Es importante tener en cuenta este factor tanto para atacar como para evitar que nos cojan por sorpresa. Si jugamos con amigos, lo mejor es movernos juntos, pero a una distancia suficiente como para no ser abatidos de forma simultánea.
En los últimos círculos, ten en cuenta el terreno y las coberturas. Es muy probable que tengamos que enfrentar un tiroteo y mantener una posición elevada puede ser la clave para ganar. Además, no tengas miedo en jugar agresivo si abates a un jugador y tienes ventaja numérica.
Utiliza los explosivos adecuadamente, combínalos con las armas y no tengas miedo en ponerte creativo. Aunque Warzone no es sencillo, con un poco de experiencia terminarás dominado todo Verdansk
